Escritorio
La barra de herramientas es uno de los elementos de Windows que más usaremos. Por eso, es conveniente que sepamos cómo personalizarla, porque dependiendo del uso que demos al equipo, puede haber botones o menús que no usemos o que nos sean más útiles con otro comportamiento.

Esto lo hacemos desde sus Propiedades, a las que accedemos haciendo clic derecho sobre un área libre de la barra y eligiendoPropiedades en el menú contextual.
La ventana de Propiedades se divide en tres pestañas. La de Menú Inicio ya la hemos ampliado en otro avanzado, así que nos vamos a centrar en las otras dos: Barra de tareas y Barras de herramientas.


Podemos configurar la Apariencia de la barra de tareas:
- Bloquear barra de tareas. Igual que si lo hacemos desde el menú contextual, cuando está desbloqueada, podemos modificar su tamaño.
- Al marcar Ocultar automáticamente la barra de tareas, esta no se visualiza todo el tiempo, y para verla debemos desplazar el puntero del ratón hasta la parte inferior de la pantalla.
- Usar iconos pequeños reducirá el tamaño de los botones de la barra de tareas, y por tanto, también el tamaño de la propia barra.
- Desde el listado desplegable de Ubicación de la barra de tareas en pantalla podemos elegir si la queremos ver en el borde inferior, donde está por defecto o en cualquiera de los otros tres lados.
Y activar o desactivar la propiedad Aero Peek del botón Mostrar escritorio que aparece a la derecha de todo, junto al reloj
. Si la desactivamos, al pasar el ratón por encima ya no volverá transparentes las ventanas para ver los gadgets y el fondo de pantalla.

Cualquier cambio que realicemos se guardará si pulsamos Aplicar o Aceptar.
El botón Personalizar... del Área de notificación nos abre una ventana con más opciones, vamos a verlo en el siguiente apartado.


Desde aquí podemos personalizar el área de notificación de la parte derecha de la barra de tareas.
Hemos aprendido que los iconos que no están en ejecución se ocultaban automáticamente. Eso es porque está marcada la opción Ocultar iconos y notificaciones.
Cada icono del área de notificación tiene la opción de concretar mediante un desplegable si queremos mostrarlo o no, al igual que sus notificaciones. Por ejemplo, podríamos ocultar el icono del antivirus, pero permitir que nos lleguen los avisos (notificaciones) de sus alarmas, etc. mediante la opción Mostrar sólo notificaciones.
De esta forma los iconos están en el área de notificación, pero tenemos que pulsar en la flechita de Mostrar iconos ocultos para verlos. Pero podría suceder que no sólo queramos ocultarlos, sino que queramos que se desactiven y no aparezcan en esta zona. Desde el enlace Activar o Desactivar iconos del sistema podemos hacerlo. Las opciones de activar o desactivar sólo funcionan para los iconos del sistema como el reloj o elvolumen. Si queremos quitar del área de notificación otros programas deberemos consultar directamente en las preferencias u opciones de cada aplicación.
También podemos Restaurar comportamientos de los iconos predeterminados pulsando sobre esta opción o Mostrar siempre todos los iconos y notificaciones en la barra de tareas si queremos ver toda la información, activando la casilla.

Aquí podemos activar o desactivar las distintas barras de herramientas.

Ya aprendimos que al hacer clic con el botón derecho sobre la barra de tareas podíamos elegir las barras de herramientas que ver mediante el menú contextual. También desde aquí podemos crear barras personalizadas con los botones que más nos interesan.
El "problema" de hacerlo desde allí es que cuando pulsamos sobre una de las opciones el menú se cierra. Es decir, nos permite ocultar o mostrar una barra de herramientas en un momento dado, pero si vamos a ordenar y gestionar varias, es incómodo, porque tendríamos que abrirlo repetidas veces.
Para eso tenemos esta ventana. Podemos activar y desactivar las barras que queramos, siempre y cuando ya hayan sido creadas. En
El Escritorio de Windows 10
En el momento en el que encendemos nuestro ordenador y Windows inicia, lo que vemos es lo que se llama la pantalla de bloqueo. Se trata de una imagen que podemos personalizar y que nos ofrece lo que podríamos considerar como información preliminar antes de trabajar cada día. La fecha, la hora, si la conexión de Internet está establecida o no y notificaciones personalizadas que, como veremos más adelante, podemos configurar. Algo como lo siguiente, con una de las imágenes preestablecidas de Windows.

Esta pantalla debemos desplazarla hacia arriba, ya sea con el botón izquierdo del ratón o haciendo un movimiento de desplazamiento con el dedo en las pantallas táctiles. Eso nos llevará a la pantalla donde debemos indicar la contraseña de nuestro sistema.

La contraseña que debemos escribir aquí es la que indicamos al instalar el sistema o cuando lo ejecutamos por primera vez cuando adquirimos un ordenador nuevo. Aunque, también como veremos en la siguiente unidad, tiene ventajas usar como usuario y contraseña una Cuenta de Microsoft para aprovechar diversos servicios en línea que vienen incluídos en el sistema operativo. Alternativamente, podemos iniciar también una sesión de Windows usando una cuenta de Microsoft y un PIN, de modo similar a una tarjeta bancaria en un cajero automático.
Después de indicar la contraseña o el PIN, finalmente llegamos al Escritorio de Windows 10. El Escritorio es el lugar en el que vamos a trabajar cotidianamente. Aquí es donde ejecutamos programas, abrimos archivos, buscamos objetos, etcétera. De manera análoga a un escritorio de trabajo real, debemos sentirnos a gusto con lo que vemos en pantalla. Es decir, debemos saber dónde están las cosas y para qué sirven. Con el tiempo, este escritorio estará tan ordenado o desordenado como nuestro escritorio real. Será un reflejo digital de nosotros mismos de alguna manera pues lo iremos personalizando. Primero, tal vez, con una imagen propia, luego con alguna combinación de colores que nos guste. Probablemente ahí dejemos un archivo con el que tengamos que trabajar varios días o una carpeta con documentos importantes. Hay quien deja ahí toda clase de archivos sin ningún orden junto con los iconos de muchos programas y el escritorio termina siendo un desastre. Por ello, para evitarlo, es importante conocer el escritorio de nuestro sistema operativo y en ese sentido, lo primero que debemos decir es que podemos despejarlo de ventanas rápidamente con la combinación de teclas Windows+D. Como ya vimos, distinguimos la tecla Windows por el logo del sistema:
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